Diario de un mago, de Jesús Alzamora


Título Original:  Diario de un mago

Autor: Jesús Alzamora

Páginas: 152

Editorial: Planeta

ISBN: 9786124230448



—Cúbreme pues, no seas cabro.
—Imposible. Ni cagando hago magia para niños.
—No son niños, tienen entre doce y catorce. A esa edad ya nos mastubábamos.
—¿Qué?
—Bueno, no juntos tú en tu casa y yo en la mía.
—¿Qué chucha hablas ah?

Diario de un mago, de Jesús Alzamora que nos cuenta la historia de Mateo Espósito o Yavé, que por supuesto es un mago. Él nos muestra sus anécdotas de como llegó a ser uno; pero no solo eso sino también su parte de abogado y escritor. En general contará los sus sucesos de cada parte de su vida con toques de humor, dinamismo, veracidad y sobre todo llenos de magia.

Está escrito de manera Juvenil por lo que no tiene una estructura de lenguaje definida, aveces nos hablará con esa jerga barrial y otras con una manera culta o correcta. No tiene enredos en la forma que se dirige al lector. Igual y es un diario que simplemente nos está mostrando su punto de vista, de su realidad vivida, de sus recuerdos como dice en el libro.

Finalmente un diario siempre busca eso. Mejorar la realidad. Elevar tus propios recuerdos. hacer de tus vivencias verdaderas epopeyas. Por que eso hace la ficción ¿no? Mejora la realidad y la vuelve extrema.

 Con tan solo 152 páginas he logrado enmarcar varias citas. Esta novela te atrapa desde sus primeras lineas con una forma llena de humor y sarcasmos. También por los prejuicios de la gente que por ser un médico, ingeniero, químico o etc, minorisa a los artistas o quieren probar tu talento cuando la realidad es que algunos quisieran salir de su monótona vida y probar algo diferente pero no se atreven.

La magia es un punto enfático en este libro donde Yavé nos muestra sus cartas pero no sus trucos; de cómo comenzó como un simple espectador atraído a ese mundo de la magia por la libertad, las mujeres y el dinero pero que se llega a convertir en una verdadera pasión.

La magia está en el arte del mago, no en el secreto. Un mago debe ser una artista que comprenda su arte antes de llamarse a sí mismo mago.

Las ultimas páginas son las que quitaron un poco efecto, el autor le dio un toque nostálgico, tal vez reflexivo como dice él: "con la oración anterior parezco un aprendiz de escritor de autoayuda. ¡Que vergüenza! Esa frase la pudo haber escrito Paulo Coelho". Y coincido con él, aunque esa parte me hizo reír me hubiera gustado que terminase con un momento divertido. Sin embargo no tiene porque gustarme todo, ahí está su magia del autor.

En general pasarás un tiempo grato con esta esta novela, te reirás, disfrutarás y ante todo vivirás una vida más.

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