Pideme lo que quieras, de Megan Maxwell

Título Original: Pídeme lo que quieras

Autor: Megan Maxwell

Serie: Pídeme lo que quieras

Páginas: 464

Editorial: Planeta, Esencia

Sexo diferente. Es lo que me he encontrado con esta historia de Judith y Eric, pero es básicamente lo que se encuentra en un libro erótico sin embargo por mi parte jamás habia leído algo de esa magnitud. Si has leído 50 sombras de grey, pues le encontrarás alguna trama parecida; chico posesivo y chica que accede a sus placeres. La variante de este libro es que Judith no es una sumisa, aunque sí le gusta complacer a Eric en sus juegos, ella tiene carácter. Aunque termina como que digamos perdiendo el orgullo ella quiere acatar lo que dice pero termina cediendo y solucionando los problemas entre ellos con sexo.

Esta pareja se conoce en la empresa Müller, Eric ha tomado el cargo de esta empresa tras la muerte de su padre, que dicho sea de paso no se llevaban muy bien. Judith era la secretaria de una sub-gerente y es ahí donde se da inicio de está historia el alemán se encapricha inmediatamente y ella sucumbe a la atracción de él aceptando ser parte de sus juegos sexuales.

Como en casi todos los libros eróticos trillados que he leído, solo tienen unas pequeñas diferencias pero que mantiene la misma esencia, un hombre que le ponen mucho las prácticas de juegos sexuales mientras que la chica no conoce nada de eso y él se enseña a ser parte de un mundo lleno de placer y fantasías. Iniciando una relación básicamente sexual donde solo importa pasarla bien y luego estos encuentros se van haciendo más intensos hasta el punto de llegar a enamorarse. (te suena?)

Sin embargo aquella diferencia que me ha gustado es que los personaje son normales, no tienen ningún trauma peregrino típico de aquellas novelas. Judith es una chica que sale con amigos a divertirse y Eric igualmente se divierte, es dominante, claro que el chico siempre tiene que ocultar algo... es el punto fuerte de la historia. Otra cosa importante de destacar es que no se toca el BDSM, o al menos ellos no lo practican, si no que la relación sexual se centra en el intercambio de parejas.

En fin, Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell sigue siendo una historia que a pesar de aquellos detalles el final termina siendo el mismo, no veo la cosa de aquellos autores, que se basan en este género, por alargar las historia perdiendo el contenido del mismo. He leído el segundo libro y me he cansado saltándome muchas parte porque ya me estaba aburriendo por supuesto todo va decayendo en la historia y pues no creo que lea el último.
Hay que entender que "menos es más", me hubiera quedado titulando a este el mejor libro erótico que he leído, pero por alargar demasiado la historia ha perdido su afinidad.